jueves, 29 de noviembre de 2007

ADICTA



adicta
a los vicios caros
a los excesos de etiqueta
a las pieles de loba, las alfombras de cachemir
a los viejos triunfos, las viejas glorias
a las noches en que nadie te esperaba leyendo en la cama
a los días en que no esperabas esa llamada, esa voz, esa rutina
a los paseos sin compañía
a las comidas rápidas
a ese vozka con hielo, no escatimes Jose, que hoy no quiero volver a casa antes de que amanezca
a ese que salga el sol por donde quiera
a ese regazo sin nombre
a ese vacío
a esa sombra que te persigue y te recuerda que no eres nadie haya o no haya luz
a ese calendario con marcas de resaca los lunes, los miércoles, los jueves, los domingos
a ese diciembre sin navidad ni regalos
a ese pensar sólo en mí
a esa inocencia bendita
a ese canallismo impertinente
a ese futuro imperfecto sólo para uno,
a ese estar siempre insatisfecha
a ese buscar un nosotras
a ese reñir con el espejo
a ese no saber qué voy a querer mañana
a ese descenso en picado
a ese cortado con hielo a las 3 de la mañana
a ese amor depurado sin planes de futuro
a ese descuido hoy en unas piernas, mañana vete tú a saber…

adicta.
a los tiempos en que nadie me quería
a ese “no seas hija de puta, si me das jaque mate me enroco”
a ese duelo de titanes en cualquier somier siempre ganado
a ese amor bien pagado, son 50 cariño, si quieres que siga un rato en tus placeres.
a esos quehaceres diarios sin obligaciones
a esas bajas pasiones escondidas
a esas pajas diarias sin contraindicaciones
a esas depresiones en vaso largo
a esas ilusiones sin pies ni cabeza
a esa pereza por follarte, “hoy te dejo trabajar a ti, fulana…”

adicta.
adicta hoy por hoy a ese compendio de tu cuerpo,
a esas noches sin tregua
a esas drogas sintéticas,


a esos lujos al alcance de mi mano
a que me hagas el amor por el culo, y me pidas después que me quede contigo, toda la vida.




adicta.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Sección de objetos perdidos o de lo agradable que es soñar



busco un lugar seguro donde esconder mis pecados capitales
un faro de luces de colores
un muro para trepar por su costado sin lamentaciones
una mano sin segundas intenciones
un jarabe de palo que no sepa a truenos y relámpagos
un beso lascivo sin contraindicaciones.

busco un suelo sin arenas movedizas
un lejos de tu cerca más peligroso
una rueda gastada para lanzarla calle abajo
una oscuridad a tientas en tu sexo
un reverso sin etiquetas made in china
una marioneta que aún conserve sus latidos.

busco un ruido suave
las ruinas de una sombra con nombre y apellidos
una aleación de cobre y suero para saciar mi hambre
un enjambre de sueños sin polvareda en los ojos
el rastro de tu coño mojado en mis regueros
un noviembre cálido
un otoño a siete bajo cero
un descuido en tus maneras racionales
un aguacero con sabor a primavera

una piedra con forma de corazón
una sinrazón que no me ataque
un rescate sin secuestro
una negociación que te traiga conmigo
un milagro a altas horas de la noche
una corrida sin manchas
una revancha que me otorgue la gloria
la reconciliación entre tu paladar y mi pene
una canción de amor un viernes por la noche
un derroche de preliminares
y una segunda oportunidad para no quererte tanto
y por qué no
una navidad en Argentina.








viernes, 9 de noviembre de 2007

a Jl, desde un lugar llamado "paraíso"


maniobras de escapismo
entre tus manos, y mis andamios desguaridos
de buenas intenciones.

maniobras de escapismo,
entre tus ruidos feroces
y mi silencio en estaciones de tren
(sin billete de vuelta).

maniobras de escapismo
entre tu Julio y mi noviembre sin bagaje.
Entre tu luz y mi tránsito impasible.
Entre tu boca y mi escaparate de fulana.

maniobras de escapismo
entre Madrid y Salamanca,
entre el porvenir incandescente
y el pasado en ruinas.

maniobras de escapismo
entre tu lunes y mi domingo
entre el ruido y la prisa impertinente,
entre mi cielo y el filo de tu mente.

maniobras de escapismo
entre tu sexo y mi reverso sin imperdibles,
entre mis libidinosos pensamientos
y tu cama de matrimonio sin papeles.

maniobras de escapismo,
entre julios y espirales proscritas.

que el alivio calme los dolores
del corazón que grita
algunos días,
un nombre con colores incendiarios
en el suelo.