domingo, 31 de diciembre de 2006

Final de la sexta parte.



Reniego, de los buenos propósitos para este próximo año. Al fin y al cabo, sólo terminan siendo un puñado más de promesas incumplidas. Y la verdad… bastantes son ya las que llevo apuntadas en el inventario forrado de piel de leopardo en el interior de mi americana de Dolce&Gabbana.
Renuncio de las noches amparadas en ligeras esperanzas y sutiles ilusiones que se proyectan sobre el cristal imanado del televisor. Me quedo con el alcohol vestido de un buen chorro de Smirnoff, 4 o 5 cubitos de hielo, el zumo de un limón exprimido, y una deliciosa tónica unificando texturas y sabores. Me quedo con los besos de todos. Los de ellos, y los de aquellas que se cruzan en mi camino esas noches en las que la ceguera es temporal y necesaria, para olvidar. Para sobrevivir. Para mudarme de disfraz y perder las heridas en la ropa que queda tendida sobre el suelo, en alguna habitación de hotel.
Apaga la luz, prefiero intuirte. Siempre supe que nada nos llevaría tan lejos como la imaginación y el deseo voraz de retenernos durante algunas horas. Me quedo con las calles a oscuras y con los pies descalzos clavándose en las arenas movedizas de tu sexo inmune. Me quedo con tu voz cortada anestesiándome la cordura y la razón, en un encuentro radiofónico que diluye acentos y nubla de segundas intenciones las palabras más sanas e inocentes. Me quedo contigo. Me quedo con la inocencia canalla que guardas en tus zapatos con la suela ondulada. Siempre te gustó ese balanceo indeleble… esa maravillosa sensación de vértigo atada a tu talón de Aquiles.
A mi siempre me gustó sentir.

Feliz Año a todos.
Un abrazo armado de deseos y pasiones.
Hasta la vista.

3 comentarios:

Esther Shylock dijo...

Aunque no comparto todo, me encanta ese grito esperanzado que nos das tan cerca de nuestras orejas.

Un beso

juanan dijo...

el tiempo me lleva lento contigo... hacía arriba, siempre hacia arriba...

juanan dijo...

yo sigo enganchado a ti también,
da igual que tú y yo
no seamos como el resto del mundo,
yo te mando un beso de emoción
porque lo nuestro es como
romper las barreras
como el latido que se me escapa
al leerte, describir mi corazón,
como si ya estuvieras dentro
y no quisieras salir...

=)