Quererte
es gritarle palabras al vacío.
Miedo, ceguera, música.
Ternura, arte, sexo.
Devoción, nubes, más miedo.
...y escuchar su eco prolongado.
Una y otra vez,
Una y otra vez.
Y otra más.
Y sonreir.
Después,
sólo queda una extraña felicidad
/nauseabunda/
alrededor de las entrañas.
Y las embestidas
/impertinentes/
de una bandada de luciérnagas
/furiosas/
que clavan uñas y dientes
que destilan rabia,
que imploran
/violentas/
que te quedes conmigo
que te quedes conmigo
/para siempre/
...