miércoles, 23 de enero de 2008

me sudan los ojos de placer


Tiro(te)
un beso de esos que dejan sabor a salitre
en las costuras de tu piel de camuflaje.
Beso(te)
con ese arte inflamable que (des)prendo sin conciencia.
Hacer el amor
(contigo o sin ti)
siempre me apasiona
siempre me regala algo de tiempo para no pensar(nos)
desde el punto más gélido de nuestros icebergs calientes
de punta en blanco.
Escribo algo parecido a la poesía,
que ni son versos, ni riman,
pero tampoco dicen incoherencias
(aunque sí algunas tonterías).
(Me) digo sin pararme a pensar en lo que digo,
que (te) quiero cada día un poco más,
aunque no sepa cómo medir este amor en desmedida,
ni cómo desmedirlo sin hacerle más rasguños
a esta ropa de indigente
que se muere por que la dejes en bragas.
Deslizo los dedos por la hendidura impertinente
de tu sexo volcánico.
Erupcionas
y yo me hundo en esa textura caliente y acuosa,
y niego cualquier vestigio de ternura
mientras me sudan los ojos de placer.
Maravilla