martes, 30 de diciembre de 2008

freeze my sense


Regreso.


Sostengo las noches como al funambulista esa (asesina) cuerda floja.
¿Juegas? Te pides las rojas y yo empiezo a comerme las azules mientras me engañas. Siempre me haces trampa. Me arañas la espalda y yo me entretengo ojeando una revista de tendencias. Tendencias. Tendencias.
Tiendes a volverme líquida y salvaje. Enciendes olas de metro y medio sobre mi vientre y te metes en el tubo dispuesta a morir erecta.
Sigues la linea recta estallando en las esquinas sin perder la compostura. Clavo mis dientes en tus comisuras y te desprovisto de estrategias de defensa. Siempre supe que eras una presa fácil. Y yo un cuerpo ágil en las distancias cortas.
Desdoblo las costuras de tus bajos mientras desabrochas mi entrepierna. No sé quién va a acabar antes con quién, pero qué de heridas de guerra en el camino.
Hacen más ruido tus caricias que el bombardeo en las aceras.
Estallan tus suspiros, caen como leche macerada en mis oídos, salpican la hondonada de mi cuello, resbalan empapando el crucifijo, dios nos salve de todos los pecados.
Rezo una oración, leo un párrafo, hablo de mentiras piadosas para no destrozar este momento (eso me dije hace dos semanas).
Cuándo parará esto. Para cuándo el infarto del amor.
>bum bum.
- paro cardiaco repentino.
… y la leche siguió resbalando hasta empaparlo todo, a pesar del fin.